Una sociedad en tensión: entre crisis económica, polarización y reclamos de justicia

En los primeros meses de 2025, Bolivia ha enfrentado una de sus peores crisis económicas en décadas: la inflación superó el 9 % en el primer semestre y la escasez de dólares y combustibles afectó el acceso mínimo a bienes esenciales, generando largas colas y protestas populares. La economía, históricamente dependiente de las exportaciones de gas, sufre el agotamiento de sus reservas energéticas y acumula déficit fiscal y comercial, mientras la inversión privada disminuye drásticamente

Al mismo tiempo, el país observa un recrudecimiento de la polarización política. La disputa interna en el MAS entre Luis Arce y Evo Morales ha desencadenado bloqueos, protestas violentas y enfrentamientos con la policía. En mayo, marchas del Chapare exigieron la habilitación de Morales como candidato a pesar de estar inhabilitado, lo que generó episodios de violencia que dejaron muertos y un ambiente de temor y convulsión

Frente a este escenario, las organizaciones las organizaciones civiles y comunidades exigen cambios estructurales profundos. Reclaman la inclusión de temas como pobreza multidimensional, informalidad laboral, acceso al agua y medio ambiente en las agendas de los partidos. Además, grupos indígenas advierten sobre el impacto de la explotación de litio en Uyuni, reclamando consultas previas y protección de recursos como el agua

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