Refugiado en el Trópico de Cochabamba, el líder cocalero Evo Morales retó a las autoridades a ejecutar su aprehensión, asegurando que sus seguidores no permitirán que sea detenido.
Durante un acto en el Chapare, Morales afirmó que el Gobierno preparaba su detención, pero que se habría arrepentido al ver la movilización de sus bases. “Estaban preparando detención injustamente, pero ya están arrepentidos. Claro, saludo a los compañeros, al verlos a ustedes, a las delegaciones de todo el Trópico y de Bolivia, se asustan; qué se van a atrever a detenernos, que lo hagan, a ver”, desafió. Agregó que, si bien evitar enfrentamientos es su prioridad, su militancia está preparada para defenderlo.
Desde octubre de 2024, el líder cocalero permanece en el Trópico de Cochabamba luego de que se emitiera una orden de aprehensión en su contra por presunto estupro y trata de personas. Se le acusa de haber mantenido una relación con una menor de edad durante su gestión como presidente. Morales rechaza las acusaciones y las califica como parte de un intento de proscribir su candidatura, asegurando que la “derecha y el imperio” buscan evitar que el movimiento indígena popular llegue al poder.
El exmandatario recordó que desde Jaime Paz Zamora hasta Luis Arce todos los presidentes han impulsado procesos en su contra, vinculándolo con el narcotráfico y organizaciones paramilitares. Según su versión, la persecución política se intensificó tras la Marcha para Salvar Bolivia en septiembre pasado, cuando miles de sus seguidores recorrieron el país en su respaldo. Mientras tanto, el Gobierno mantiene su postura de que el operativo para su detención sigue en pie, aunque han pasado cuatro meses sin que se concrete la acción.




