Obtuvo 28 puntos sobre 100 en el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2024, bajando un punto respecto al año anterior. Eso significa que crece la percepción de que es uno de los países más corruptos del continente.
Bolivia continúa hundiéndose en el ranking de percepción de corrupción de Transparencia Internacional (TI), al obtener 28 puntos sobre 100 en el Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2024. Esta cifra representa un descenso de un punto respecto al 2023, cuando el país alcanzó 29 puntos, y lo mantiene en el puesto 133 de 180 países evaluados.
El dato significa que el país es percibido como uno de los más corruptos de la región y el mundo. Y la cifra se suma a otros datos preocupantes como la calificación de riesgo del país, en permanente bajada o el riesgo país. Todos en su conjunto desalientan la posibilidad de atraer inversores externos a Bolivia.
El Índice de Percepción de Corrupción es elaborado a través de encuestas a empresarios, expertos y actores del sector público en cada país. Transparencia Internacional utiliza diversas fuentes para calcular la puntuación, que mide la percepción de corrupción en el sector público. El informe de 2024 advierte que “la corrupción generalizada en las Américas fomenta las violaciones a los derechos humanos y la impunidad, obstaculiza los esfuerzos para combatir el cambio climático”. Además, señala que la corrupción ha permitido “que el crimen organizado opere con libertad”, facilitando delitos ambientales como la tala ilegal, la minería ilegal y el tráfico de flora y fauna silvestre.
En el contexto regional, los países percibidos como más limpios son Uruguay (76) y Canadá (75), mientras que los más corruptos son Venezuela (10), Nicaragua (14) y Haití (16). Bolivia, con 28 puntos, se ubica entre los países con altos niveles de percepción de corrupción, lo que refleja los desafíos persistentes en la lucha contra este flagelo.




