La medida genera reacciones entre el expresidente Evo Morales, la oposición y la ciudadanía.

Maximiliano Dávila, ex jefe antidrogas de Evo Morales, fue extraditado a Estados Unidos desde el aeropuerto de El Alto, tras un operativo policial que incluyó su excarcelación del penal de San Pedro. La decisión, autorizada por el TSJ, ha desatado una ola de reacciones en el país.

Evo Morales criticó duramente la medida, calificándola de «violación de acuerdos internacionales». «Los bolivianos son entregados al Imperio Norteamericano sin ser juzgados en su patria», afirmó el exmandatario, quien ve en esta acción un reflejo de la supuesta subordinación de Bolivia a Estados Unidos.

Por su parte, opositores consideran que Morales teme las implicaciones del caso Dávila, debido a las conexiones que podría revelar el ex jefe antidrogas. La DEA ya lo identificó como parte de una red delincuencial en 2022.

El proceso de extradición, que comenzó con una acusación en Nueva York en 2020, avanzó rápidamente desde octubre de este año. Mientras tanto, la ciudadanía debate si esta medida refuerza la lucha contra el narcotráfico o evidencia una crisis institucional.

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